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Capítulo 9
Retomando la Realpolitik

Aunque tratamos brevemente la filosofía de la Realpolitik en el capítulo 1, y aunque todo lo escrito hasta este punto prueba la entrega de la Red a sus principios, nada ilustra mejor la naturaleza fría y calculadora de sus seguidores como la operación de bandera falsa. Su disposición a emplear estos engaños despiadados nos brinda una prueba definitiva de su indiferencia anormal / sociópata a todo tipo de consideraciones éticas.

Los seres humanos normales aceptan la máxima casi universal de que la moral es lo que determina si una acción es o no correcta. Por otro lado, quienes practican la realpolitik rechazan, sin ningún tipo de miramientos, esta máxima. En su opinión, solo los resultados permiten medir si algo es correcto o incorrecto. Si tienen éxito en el logro de su objetivo, lo que han hecho es correcto. Si fallan en el logro de su objetivo, lo que han hecho está mal. Se ven a sí mismos como realistas, y desestiman a quienes critican la inmoralidad de sus acciones por considerarlos tontos y poco prácticos.

Si se ve obligado, el realista podría ofrecer una justificación moral por sus acciones inmorales[1], pero su respuesta no es sincera. El poder y la manipulación los han llevado a la cima del poder y, por lo tanto, no tienen ningún interés en cuestionar su punto de vista. Son sumamente arrogantes. Piensan y se comportan de manera diferente a usted y yo; debemos ser conscientes de ello.

En este último capítulo, espero poder eliminar toda duda sobre la naturaleza de las personas con las que nos enfrentamos.

Carr, Kissinger, FDR, y Churchill

Tal vez usted ha oído la broma "Si usted busca la definición del mal, verá una imagen de (introduzca aquí el nombre) en un lugar destacado en la parte superior de la página." Bueno, no es ninguna broma decir: "Si busca la definición de la Realpolitik en Wikipedia, verá a Henry Kissinger y E.H. Carr que figuran como dos prominentes profesionales."[2] Dado que Carr es desconocido para la mayoría, vamos a empezar por él.

EH Carr fue un historiador británico muy influyente y miembro de la Red[3] que creía que su rol era "elaborar la base de un nuevo orden internacional." Como realista, Carr consideraba que el sistema colectivista / totalitario de control de la Unión Soviética era muy superior al individualismo que se practicaba en Occidente. De hecho, alabó a Karl Marx "por enfatizar la importancia de lo colectivo sobre el individuo."[4]

Carr describió el realismo como la aceptación de que lo que existe es lo adecuado ... Sostenía que no hay una dimensión moral en el realismo, y que lo que tiene éxito es lo correcto, y lo que no, está mal. [A modo de ejemplo, apoyó la revolución bolchevique sobre la base de los motivos de la Realpolitik.][5]

En su libro de 1942, Conditions of Peace, Carr sostuvo que un sistema económico fallido había causado la Segunda Guerra Mundial y que las potencias occidentales necesitaban cambiar fundamentalmente la base económica de sus sociedades, adoptando el socialismo porque era la única manera de evitar otra guerra mundial.

En 1945, durante un ciclo de conferencias titulado El impacto Soviético en el mundo occidental ... Carr sostuvo que "en todas partes, la tendencia a alejarse del individualismo y acercarse al totalitarismo es inconfundible," que el marxismo era, con mucho, el tipo de totalitarismo más exitoso... y que sólo los "ciegos y los obstinados ignoraban estas tendencias "... Carr afirmó que las políticas sociales soviéticas eran mucho más progresistas que las políticas sociales occidentales, y argumentó que la democracia tenía que ver más con la igualdad social que con los derechos políticos.[6]

En cuanto a las políticas de "más progresistas" y de "igualdad social" bajo el sistema soviético, Quigley nos proporciona algunos detalles:

[Para que el Comunismo pudiera funcionar en Rusia, los bolcheviques creían que se necesitaba industrializar el país] a gran velocidad, sin importar las pérdidas y los sufrimientos ... Esto significaba que se les debía quitar a los campesinos los bienes que ellos producían... sin ninguna retribución económica, y que debía usarse el terror autoritario a ultranza.[7]

Todos los campesinos que se resistieron fueron tratados con violencia; sus propiedades fueron confiscadas, fueron golpeados o enviados al exilio ... muchos fueron asesinados. Este proceso, conocido como "la liquidación de los kulaks" ... afectó a cinco millones de familias de kulaks.[8]

La gente rusa común carecía de alimentos y vivienda inadecuados, estaba sujeta a racionamientos prolongados ... y se vio reducida a vivir, con su familia, en habitaciones individuales o incluso, en muchos casos, a una esquina de una habitación individual que compartía con otras familias. Los gobernantes privilegiados y sus favoritos tenían lo mejor, incluyendo alimento y vino, podían usar villas en el campo para pasar sus vacaciones ... podían usar vehículos oficiales en la ciudad, tenían el derecho de vivir en antiguos palacios y mansiones zaristas.[9]

A medida que aumentaron el descontento público y las tensiones sociales ... creció el espionaje, las purgas, la tortura y el asesinato aumentó fuera de toda proporción ... A mitad de la década de 1930, ni una familia quedó incólume ... cuando se buscaban "saboteadores" y "enemigos del Estado." Cientos de miles fueron asesinados, con frecuencia bajo acusaciones completamente falsas, mientras que millones eran detenidos y exiliados a Siberia o se los encerraba en enormes campos de trabajos forzados. En estos campos, en condiciones de semi-inanición y de crueldad increíble, trabajaban millones ... Las estimaciones del número de personas (anteriores a 1941) varían desde un mínimo de dos millones hasta un máximo de veinte millones. La mayoría de estos prisioneros no había hecho nada ... [ellos] eran familiares, conocidos y amigos de las personas que habían sido detenidas por cargos más graves. Muchos de estos cargos eran completamente falsos, y se habían inventado para proporcionar mano de obra a las zonas remotas, cabezas de turco de la inoperancia administrativa, y para eliminar posibles rivales en el control del sistema soviético.[10]

Carr no sólo admiraba la mayor igualdad social que los ciudadanos disfrutaban bajo el régimen soviético, declaraba que "China estaba mucho mejor bajo la dirección de Mao Zedong ..."[11] Mao, por supuesto, era el monstruo más exitoso de la Red. Asesinó entre dieciocho millones y treinta y dos millones de seres humanos durante su colectivista Gran Salto Adelante. ("La coacción, el terror y la violencia sistemática fueron la base misma del Gran Salto Adelante" y "provocó una de las matanzas más mortales en la historia de la humanidad."[12])

No hace falta decir, Carr apoyó con entusiasmo el proyecto empoderamiento-Hitler. Alemania bajo Hitler, Rusia bajo los bolcheviques y Stalin, la China de Mao -todos comparten la característica que sustenta la filosofía política de los realistas: la fuerza da la razón.

Nota al margen: Todo sistema político que subordina los derechos del individuo a algún "bien mayor", como el colectivo es irresistible para un realista. Esto es así porque no sólo les da el poder a los realistas, sino que además oculta su toma del poder (y su hipocresía flagrante) en el proceso. Considere lo absurda que es la siguiente estrategia: al condenar fuertemente el egoísmo del individuo nefasto, y alabando la virtud desinteresada de los llamados colectivos, los realistas pueden construir un sistema que (lejos de ser administrado por o estar en beneficio de la colectividad), transfiere un poder casi absoluto a un puñado de los individuos más deshonestos, egoístas y nefastos que el realismo puede generar.

Mientras Carr pasa por alto los horrores del marxismo, el nazismo y el maoísmo, patrocinados por la Red, pasa a denunciar con entusiasmo las injusticias del individualismo en el mundo occidental. Entonces, ¿qué estaba tramando? Carr sufría de un caso incurable de incoherencia intelectual, o él era un profesional muy atrevido de la Realpolitik ... o tal vez un poco de ambos. Lo que es cierto es que, si renunciamos a nuestros derechos "políticos" individuales, tal como hombres como Carr quiere que hagamos, de buena gana la Red construirá "las bases de un nuevo orden internacional" bajo el que tendremos que vivir. Sus miembros podrán cumplir su promesa de larga historia de "igualdad social" para todos. Entonces, finalmente podremos vivir en un mundo donde todo el mundo será igualmente incapaz de oponerse a sus conspiraciones sociópatas.

Un Pretexto para Cada Política

Hablando de conspiraciones sociópatas, la Operación Gladio demuestra hasta qué punto los realistas de la Red podían llegar para subvertir el proceso democrático en Europa. Usando la amenaza del comunismo (que ellos hicieron crecer), y los ataques terroristas (que facilitaron), estos profesionales de la Realpolitik manipularon con éxito a todos los involucrados: los agentes de Gladio, los ciudadanos, el gobierno y los medios de comunicación. Para resumir:

En primer lugar, la Red reclutó a un puñado de nazis, terroristas y otros delincuentes peligrosos[13] y les dijo que, para ayudar a combatir el comunismo, se les brindaría armas, pagos y protección, porque operarían por encima de la ley. Estos agentes de Gladio procedieron a cometer actos de terrorismo contra personas inocentes, que, como era previsible, llevaron a los ciudadanos a "recurrir al Estado" para obtener mayor seguridad. Sin saber sobre Gladio, funcionarios públicos y periodistas bien intencionados aceptaron y repitieron la mentira de que los comunistas estaban detrás de los asesinatos. Esta mentira, respaldada por el miedo y la indignación pública, se utilizó para aumentar el poder del Estado y reprimir a los individuos identificados como comunistas o simpatizantes comunistas. (Cualquier político, ciudadano o grupo de personas que desafiara el programa de la Red podría fácilmente ser difamado con estas etiquetas.)

En cada paso del camino, la "amenaza comunista" proporcionó un pretexto único para el descarado ataque global de la Red a la soberanía nacional. Si no hubiera existido esta amenaza, habrían necesitado crearla.

Desafortunadamente, esta táctica de crear pretextos bajo la forma de un enemigo, una crisis o un ataque (o todo lo anterior) sigue siendo muy eficaz. Es poco probable que la gente común para sospeche, y mucho menos acuse ", a su propio gobierno" de hacer algo tan vil. No sólo porque supera los límites socialmente aceptables de desconfianza, sino porque la verdad, en un inicio, es psicológicamente intolerable. Pero es necesario superar estas barreras mentales. Si no, los realistas al interior de la Red seguirán empleando banderas falsas y otros engaños similares. Ellos continuarán haciéndolo por la sencilla razón de que estas tácticas funcionan.

Para terminar, vamos a ampliar esta idea de crear pretextos, empezando por el punto de vista de Henry Kissinger en este asunto.

Peones en el Gran Juego

El "elefante" Estados Unidos no tiene ninguna utilidad para la Red si el pueblo estadounidense, tradicionalmente "aislacionista", tiene el control sobre ese elefante. Lamentablemente, los estadounidenses aún tienen que darse cuenta de que lo que quieren es secundario en importancia a lo que la Red decide que deberían tener, y esto es especialmente cierto cuando se trata de la guerra. Si miramos hacia atrás, desde Vietnam hasta la Segunda Guerra Mundial y después a la Primera Guerra Mundial, esto queda sobradamente claro. (En cada caso, se le mintió al pueblo estadounidense. Se le dijo lo que quería oír, mientras las autoridades conspiraban en secreto en su contra.)

Comenzando con Vietnam, Kissinger reconoce que el pretexto para haber enviado cincuenta y cinco mil estadounidenses a su muerte (el "ataque" del Golfo de Tonkín) no se basó en "una presentación completa de los hechos." Sin embargo, minimiza la importancia del engaño diciendo que realmente no era "un factor importante en el compromiso que tenía los Estados Unidos con el combate por tierra en Vietnam." Mientras que el presidente Johnson le aseguró al pueblo que no buscaba ampliar la guerra,[14] era verdad exactamente lo contrario. Las autoridades ya habían decidido contra de los deseos del electorado, y, de una u otra manera, esa decisión nos hubiera conducido a una guerra total.[15]

Ray McGovern, ex analista de la CIA y luego un duro crítico de la agencia, describió de esta manera la escalada de la guerra en Vietnam:

Durante el verano de 1964, el presidente Johnson y el Estado Mayor Conjunto estaban impacientes por ampliar la guerra en Vietnam. Intensificaron las operaciones de sabotaje y de ataque y fuga en la costa de Vietnam del Norte.

Quienes estábamos en inteligencia, por no mencionar al presidente Lyndon Johnson, al secretario de Defensa, Robert McNamara, y al asesor de Seguridad Nacional McGeorge Bundy, todos sabían muy bien que la evidencia de un ataque armado en la noche del 4 de agosto de 1964, el llamado "segundo" incidente del Golfo de Tonkín era sumamente discutible. Pero encajaba en los propósitos del presidente, por lo que le dieron una mano para facilitar la escalada de la guerra.

En palabras de Bamford, el Estado Mayor Conjunto se había convertido en "una cloaca de engaño," con la Operación Northwoods y otras aventuras sin escrúpulos en su haber. El entonces subsecretario de Estado George Ball, comentó: "Había una sensación de que, si el destructor se metía en algún problema, tendríamos la provocación que estábamos necesitando."[16]

Aquí tenemos dos conceptos con los que, a estas alturas, debemos estar familiarizados: uno, la táctica de culpar de un ataque inexistente a un enemigo y usarlo como pretexto, y, dos, provocar un ataque real y usarlo como pretexto. Aunque Kissinger acusa falsamente a los títeres que aprobaron estas tácticas de manipulación, al menos admite que son reales. Para defender el pretexto engañoso de Johnson para invadir Vietnam, Kissinger informa a sus lectores que FDR hizo lo mismo durante la Segunda Guerra Mundial:

Ni las tácticas ni la franqueza de Johnson fueron significativamente diferentes de las que desplegó Franklin Delano Roosevelt cuando empujó a los Estados Unidos a participar en la Segunda Guerra Mundial -por ejemplo, el informe que brindó Roosevelt del torpedeo del destructor Greer no era del todo sincero, el pretexto para involucrar a los Estados Unidos en una guerra naval en el Atlántico ... Ambos presidentes estaban listos para poner las fuerzas militares de su país en peligro y para responder si sufrían algún daño, como era probable que sucediera. En todo caso, la decisión final de entrar en la guerra se basó en consideraciones que excedían los incidentes inmediatos.[17]

En cuanto al Greer,[18] al ordenar a los buques de los Estados Unidos que le informaran a la Armada británica[19] sobre la posición de los submarinos alemanes, Roosevelt había convertido el choque en algo "inevitable". "El Greer, el día que fue atacado, había pasado horas persiguiendo e informando la ubicación de un submarino del Eje mientras, desde el aire, los británicos dejaban caer bombas de profundidad. Esta persecución continuó durante casi tres horas y treinta minutos antes de que el submarino lanzara su primer torpedo. El Greer continuó su persecución por otras cinco horas, dejando caer también cargas de profundidad, antes de continuar su curso programado.

De inmediato, Roosevelt informó al público del ataque con torpedos, pero no mencionó las circunstancias que lo precedieron.[20] En su lugar, deshonestamente, presentó el incidente como un "acto de piratería" no provocado y lo utilizó como pretexto para una política nueva y radical de "disparar sin previo aviso". Esto, en las propias palabras de Kissinger, "cruzó la línea de la beligerancia." Bajo esta política, se debía disparar a todo submarino del Eje, hubiera atacado o no un barco estadounidense, como si en realidad lo hubiera atacado.[21] Aunque no había sido declarada y, en forma limitada, esencialmente esta decisión puso a los Estados Unidos en guerra contra las potencias del Eje.

Pero nunca fue el objetivo una guerra limitada. La Red buscaba arrastrar totalmente a los Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial, independientemente del deseo del pueblo estadounidense de permanecer neutral. Y si bien el ataque al Greer movió a la política estadounidense y a la opinión de Estados Unidos en la dirección "correcta", el devastador ataque a Pearl Harbor selló el acuerdo.

Sobre este tema, Kissinger es un poco más cauteloso para describir la disposición de FDR a poner "en peligro" naves y personal militar de los EE.UU. Por ejemplo, no menciona el memorándum McCollum, que recomienda "un curso de acción de ocho partes para los Estados Unidos "con el fin de provocar a Japón a" cometer un acto abierto de guerra."[22] Sin embargo, sí menciona algunas de las" presiones" (descritos en el memorándum McCollum) que se ejercieron sobre Japón antes del ataque a Pearl Harbor. Además, se hace alusión a la provocación cuando dice "pocos entendieron la naturaleza de la diplomacia que había precedido al ataque de Japón a Pearl Harbor ... Por la magnitud del aislamiento profundamente arraigado en los Estados Unidos, se necesitó realizar el bombardeo en Pearl Harbor antes de que pudiera entrar a la guerra en el Pacífico."[23]

Las reiteradas garantías brindadas por FDR al pueblo estadounidense de que la nación se mantendría fuera de la guerra no fueron más que un ejemplo de política doble. Kissinger elogia la astucia de FDR cuando escribe:

La entrada de los Estados Unidos a la guerra marcó la culminación de la extraordinaria empresa diplomática de un líder grandioso y atrevido. En menos de tres años, Roosevelt había llevado a su pueblo incondicionalmente aislacionista a una guerra mundial ... Con paciencia, inexorablemente, Roosevelt había logrado su objetivo, informando paso a paso a su pueblo sobre las necesidades que enfrentaban ... Con el inicio de las hostilidades, las potencias del Eje habían resuelto el persistente dilema de Roosevelt de cómo llevar al pueblo estadounidense a la guerra.[24]

Para ser claros, es un poco falaz la declaración de Kissinger. En realidad, no fue FDR quien condujo firmemente al "aislacionista" pueblo estadounidense a la Segunda Guerra Mundial. Ese crédito le pertenece más apropiadamente a la Red. FDR, como todos los presidentes después de Woodrow Wilson, servía a un poder mucho más grande que él. No era más que la cara pública de la política global de la Red.

Después de haber revisado los pretextos de Vietnam y la Segunda Guerra Mundial, llegamos al "ataque sorpresa" del barco de pasajeros Lusitania que sirvió de pretexto para la entrada de los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial.

Hundir el Lusitania

Recuerde del capítulo 6 que, justo antes de la Primera Guerra Mundial, la Red llegó a la conclusión de que la guerra es la forma más efectiva de "alterar la vida de todo un pueblo." Aunque el escenario de la Primera Guerra Mundial ya estaba puesto, las tendencias firmemente aislacionistas de los Estados Unidos planteaban un problema. Para superar este problema, la Red se dispuso a ganar "el control del Departamento de Estado" y la "maquinaria diplomática" de los Estados Unidos. Lo logró llevando a Woodrow Wilson al poder en 1913. Más exactamente, la Red lo logró llevando al asesor de Wilson, Mandell House, al poder. Como señala el biógrafo de House: "House quien seleccionó a los miembros del gabinete, formuló las primeras políticas de la Administración y prácticamente dirigió las relaciones exteriores de los Estados Unidos."[25] (Si investiga un poco sobre Mandell House, pronto podrá darse cuenta de que la palabra "prácticamente" no tiene cabida en la frase anterior).

Después de que todas las personas y los instrumentos adecuados estuvieron en su lugar (incluidos los dos mecanismos de financiación de nueva creación de la Red[26]), una sociedad secreta conocida como la Mano Negra entró en escena. En junio de 1914, ordenó el asesinato del archiduque Francisco Fernando y, un mes después, había iniciado la Primera Guerra Mundial.[27] A partir de ese punto, quedaban claros los pasos finales: maximizar la duración y los costos de la guerra, arrastrar a los Estados Unidos al conflicto por cualquier medio posible, y luego permitir que el títere cuidadosamente elegido (Wilson) vendiera "su" visión de un Nuevo Orden Mundial.

El primer problema que enfrentó la Red era asegurarse de que la guerra no terminara demasiado rápido. Ya en febrero de 1915, Wilson hablaba de "paz", lo que amenazaba con acabar con las hostilidades. Lo que es peor, para fomentar el diálogo entre las naciones en guerra, el presidente Wilson envió a Mandell House a Londres y le dio instrucciones para que "lleve ... la profunda esperanza del Presidente de que la guerra termine rápidamente." Sin embargo, durante su viaje, House transmitió exactamente lo contrario a la opinión del presidente. En su reunión en Londres con Sir Edward Grey, House le aseguró a Grey que no tenía "ninguna intención de forzar el tema de la paz"[28] y, así, intencionadamente socavó cualquier perspectiva de mediación. El Profesor Knock nos informa que:

En ciertos casos críticos, "Phillip Dru" parecía dominar a [House]. Su declaración a Grey no refleja exactamente la posición de Wilson. Por el contrario, a menudo House expresaba descaradamente simpatías en pro de los aliados ... y creía firmemente que la base para la futura paz residía en una entente anglo-estadounidense. Nunca le informó con precisión a Wilson sobre esta parte de su conversación con Grey; si bien se ganaba así la confianza del ministro de Asuntos Exteriores, es obvio que no cumplía muy bien con su propio jefe.[29]

House pudo haber demostrado su lealtad a Edward Grey (un miembro imperialista de la Red), pero esta maniobra diplomática en particular no era suficiente para garantizar la continuación de las hostilidades, y mucho menos para asegurar que los Estados Unidos entraran a la guerra. Para ello, se necesitaba manipular al pueblo. Incluso, algunos necesitarían "ponerse en peligro". Y aquí es donde el "barco de pasajeros" británico Lusitania entra en escena.

No tenemos suficiente espacio aquí para contar la historia completa, pero baste con decir que el caso del Lusitania fue un "asunto muy sucio."[30] Consideremos el siguiente breve resumen. Para una explicación más a fondo, le recomiendo leer el capítulo 12 de The Creature from Jekyll Island.

Vamos a empezar con el hecho de que, aunque el Lusitania era un buque de pasajeros de lujo, el Ministerio de marina británico había bosquejado su diseño. Esto les permitió a los británicos convertirlo fácilmente en un buque de guerra. En 1913, después de añadir blindajes y algunas otras modificaciones, los británicos hicieron precisamente eso. Sin el conocimiento de sus pasajeros, se introdujo el buque en el registro de la flota del Almirantazgo como crucero auxiliar armado. A pesar de la "neutralidad" de los Estados Unidos y el riesgo para las personas a bordo:

El Lusitania se convirtió en uno de los transportes más importantes, desde los Estados Unidos a Inglaterra, de materiales para la guerra, incluyendo municiones ... el 8 de marzo 1915 ... el capitán del Lusitania presentó su renuncia ... ya no estaba dispuesto a "asumir la responsabilidad de mezclar pasajeros con municiones."[31]

A diferencia del capitán del Lusitania, Winston Churchill no tenía absolutamente ningún problema en mezclar pasajeros con municiones. De hecho, esta mezcla descuidada de pasajeros, especialmente pasajeros estadounidenses, con material de guerra podría resultar muy útil políticamente. Por ejemplo, en el caso de que los alemanes atacaran un "barco de pasajeros" con hombres, mujeres y niños a bordo -hombres, mujeres y niños estadounidenses-, habría un efecto beneficioso sobre la opinión pública estadounidense, que sería rápido y unánime. Después de un puñado de condenas del gobierno y una campaña mediática bien orquestada, sería fácil avergonzar y callar a los aislacionistas mientras los Estados Unidos avanzara hacia la guerra.

Al igual que la política de FDR con el Greer, las órdenes de Churchill (cargar municiones en barcos de pasajeros) permitieron que fuera inevitable un choque en el mar. Pero ésta no fue la única forma de provocar un ataque políticamente útil. Para aumentar la probabilidad de tener víctimas civiles inocentes, Churchill ordenó a los buques mercantes británicos embestir a los submarinos alemanes si intentaban pararlos para buscar contrabando. Así, le fue imposible para Alemania respetar las reglas de crucero de larga data. (Bajo las reglas de crucero, no se podría hundir a un buque mercante desarmado hasta que la tripulación y los pasajeros fueran evacuados del barco.) Con la nueva política de Churchill, los submarinos alemanes ya no podían salir a la superficie, aumentando las probabilidades de que hundieran barcos sin previo aviso. Como lo demuestra la siguiente cita de Churchill, ésa fue su intención desde el principio.

El primer contraataque británico, realizado bajo mi responsabilidad ... tenía el propósito de disuadir a los alemanes de atacar en la superficie. Cada vez más, el submarino sumergido se vio obligado a atacar bajo el agua y, por lo tanto, corría un mayor riesgo de confundir los barcos neutrales por británicos y de ahogar a las tripulaciones neutrales y por lo tanto implicar a Alemania con otras Grandes Potencias.[32]

Y, sin embargo, incluso estas medidas no fueron suficientes para provocar la desaparición del Lusitania. No fue sino hasta que enviaran intencionalmente el barco a aguas hostiles, a una velocidad reducida y sin su escolta militar, que Churchill, y la Red a la que servía, amarraron su pretexto. Griffin escribe:

En la sala de mapas del Almirantazgo británico, Churchill observó con frialdad cómo se desarrollaba la jugada y tuvo la última palabra. Pequeños discos marcaban los lugares donde los dos barcos habían sido torpedeados el día anterior. Un círculo indicaba la zona en la que el submarino todavía podía estar accionando. Un disco más grande representaba el Lusitania navegando a diecinueve nudos directamente hacia el círculo ... el comandante Joseph Kenworthy, quien había sido previamente convocado por Churchill para que presentara un documento sobre los posibles resultados políticos de hundir un trasatlántico con pasajeros estadounidenses a bordo ... asqueado, abandonó la sala.

En ese momento, el Coronel House estaba en Inglaterra y, el día del hundimiento ... Sir Edward Grey le preguntó: "¿Qué harán los Estados Unidos si los alemanes hunden un trasatlántico con pasajeros estadounidenses a bordo" Como consta en el diario de House, él respondió: "Le dije que, si se hacía eso, una llama de indignación se extendería por los Estados Unidos, lo que, probablemente, nos llevaría a la guerra." ... El Rey Jorge también sacó el tema y fue aún más específico acerca del posible objetivo. Él preguntó: "¿Supongamos que hunden el Lusitania con los pasajeros estadounidenses a bordo...?[33]

Aproximadamente cuatro horas más tarde, un torpedo envió al Lusitania al fondo del mar. De sus 1.959 pasajeros, 1.198 perdieron la vida. Fueron asesinados casi la totalidad de los ciudadanos estadounidenses a bordo (128 de 139).[34] Como era de esperar, inmediatamente, House aprovechó la oportunidad para avivar la "llama de la indignación", mientras que, cínicamente, recurría a las implicaciones morales de que los Estados Unidos mantuviera su neutralidad.

Desde Inglaterra, el Coronel House envió un telegrama al presidente Wilson ... que se convirtió en el origen de miles de editoriales de los periódicos a lo ancho de todo el país. Dijo piadosamente:

"Estados Unidos ha llegado a un cruce de caminos, y debe determinar si apoya la guerra civilizada o la guerra no civilizada. Ya no podemos continuar como espectadores neutrales. Nuestra acción en esta crisis determinará ... hasta qué punto podemos influir en una solución duradera para el bien de la humanidad ... la humanidad está evaluando nuestra posición entre las naciones."

En otro telegrama dos días más tarde, House se revela como el principal psico-político sacando provecho del ego de Wilson como un violinista acariciando las cuerdas de un Stradivarius. Escribió:

"Si, desafortunadamente, fuera necesario ir a la guerra, espero que usted pueda demostrarle al mundo la capacidad y la eficiencia de los Estados Unidos, lo que brindará una lección por uno o más siglos. Por lo general, en toda Europa creen que estamos muy poco preparados ... que nuestra entrada no cambiará nada ... En el caso de guerra, debemos acelerar la fabricación de municiones para poder proveer no sólo a nosotros, sino también a los aliados, tan rápidamente que el mundo quedaría asombrado."[35]

En cuanto a los esfuerzos de propaganda en el extranjero, Quigley agrega:

Las agencias de propaganda ... aprovecharon al máximo la ocasión. The Times de Londres anunció que "las cuatro quintas partes de sus pasajeros eran ciudadanos de los Estados Unidos" ... los británicos fabricaron y distribuyeron una medalla que decían que, supuestamente, el gobierno alemán le había otorgado a la tripulación del submarino; un periódico francés publicó una imagen de las multitudes en Berlín durante el estallido de la guerra en 1914 como una imagen de los alemanes "celebrando" por la noticia del hundimiento del Lusitania.[36]

El final de esta historia no tiene ninguna sorpresa. Menos de un año después, en cooperación con House y Sir Edward Grey, el Presidente Wilson aprobó el plan que arrastraría a los Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial I.[37] El presidente lo hizo sin que el Senado de los Estados Unidos y, por supuesto, la población estadounidense tuviera conocimiento de ello. A continuación, procedió a hacer campaña para su reelección bajo el lema "Él Nos Mantuvo Fuera de la Guerra", esperando pacientemente hasta que su segundo mandato quedara asegurado para entrar a la Primera Guerra Mundial en abril de 1917.

No bien Wilson declaró la guerra, grandes cantidades de dinero comenzaron a fluir a las arcas de la Red. Ajustado por inflación, el costo total para los Estados Unidos desde 1917 hasta 1919 equivaldría a más de $ 500 mil millones de la actualidad. Esta "guerra para acabar con todas las guerras" no sólo enterró a los Estados Unidos en deuda, sino también aumentó el poder financiero de la Red de forma directamente proporcional a la deuda.[38] Pero, además, hubo beneficios adicionales. Se destruyeron imperios rivales, se subvirtieron las tendencias aislacionistas de los Estados Unidos, y tomó forma el marco inicial para un nuevo orden mundial. Nada de esto ocurrió por casualidad; cada uno de los pasos fue cuidadosamente planeado para producir el resultado deseado. Y así usted puede ver cómo un puñado de hombres falsos y manipuladores puede engañar a naciones enteras y alterar la historia del mundo.

Un Siglo de Engaños, Robo, y Violencia

Hemos tocado montones de temas en las páginas de este breve libro: desde los orígenes de la sociedad secreta de la Red hasta su proyecto de destrucción-soberanía y la "recuperación final de los Estados Unidos de América" en 1913[39]; del flagrante fraude de sus principales mecanismos de financiación[40] hasta su uso de dictadores despiadados, políticas dobles, y de operaciones de bandera falsa. ¿Qué puede decirse de estos hombres que han logrado tanto a costa de tantas personas? ¿Se han ganado con justicia el poder que poseen? ¿Nos hemos ganado con justicia las consecuencias de permitir que ellos nos dominan?

La Red cree que la clave para controlar el mundo reside en la implementación de la "influencia política y económica en secreto" y el control secreto de "las agencias periodísticas, educativas y de propaganda."[41] Sobre la base a su impresionante lista de logros globales, ciertamente, parece como si tuvieran razón. Pero, ¿qué ocurre si se expusieran sus "influencias" y tácticas secretas para que todos las pudieran ver? ¿Podrían seguir saliéndose con la suya y sus crímenes? ¿Podrían seguir manipulándonos para entrar a guerras, enterrándonos en una deuda imprescriptible, y engañándonos para que entreguemos nuestra soberanía? La respuesta, según sus propios cálculos, es no. Cuando sea ampliamente conocido lo que están haciendo, y cómo lo están haciendo, la base sobre la cual se construye su éxito se desmoronará frente a ellos.

Afortunadamente, esto significa que el trabajo más importante que podemos hacer es también el más fácil. En la medida en que expongamos el origen y el propósito de sus instrumentos, sus clásicas tácticas de manipulación, y su creencia inmoral que sólo el poder decide lo que está bien, destruiremos la ilusión de legitimidad de la que dependen. "En tanto estemos tengamos y difundamos conocimiento, ellos (por defecto) están perdiendo poder."[42] Hay que empezar aquí. Este es el primer paso hacia la destrucción de su sistema. Así que, por favor,

Habitualmente, póngase en contacto con nuevas personas y comparta información que exponga qué es y cómo funciona la Red. Cuando se encuentre con personas que, o bien se niegan a mirar los hechos, o minimizan la importancia de lo que les está presentando, no lo tome como algo personal. Si lo atacan, no lo tome como algo personal. En la mayoría de los casos, simplemente están defendiendo su visión del mundo ... eso no tiene nada que ver con usted. Simplemente siga adelante y sepa que cada persona que se exponga a esta información, incluso quienes inicialmente se resistieron, más adelante, podrían convertirse en un aliado. No puede decirse lo mismo de quienes nunca se han expuesto a la verdad.[43]

Notas

[1] Como se ha señalado en el capítulo 1, Kissinger y otros profesionales de la realpolitik afirman que sus acciones no se pueden juzgar como inmorales porque se realizan para el servicio del bien supremo: la preservación del Estado. Pero dado que "el Estado" no es más que aquellos entre ellos mismos que dirigen los recursos y la política del gobierno, sus acciones se realizan para el beneficio de su propio poder y la ambición.

[3] The Anglo-American Establishment, página 258

[5] The Anglo-American Establishment, página 258

[7] Tragedy and Hope, página 396

[8] Tragedy and Hope, página 398

[9] Tragedy and Hope, página 401

[10] Tragedy and Hope, página 402

[13] Para conocer la galería de villanos de personajes contratados y empleados por la CIA y la OTAN durante Gladio lea NATO's Secret Armies.

[15] Diplomacy, páginas 658 y 659

[17] Diplomacy, página 659

[19] Diplomacy, 392

[20] El audio del discurso informal de FDR sobre el Greer está disponible aquí: http://youtu.be/fUWJX-j1xws

[23] Diplomacy, página 393

[24] Diplomacy, páginas 392, 393

[25] Como es citado en The Creature from Jekyll Island, página 240

[26] El Sistema de Reserva Federal y el impuesto federal sobre la renta

[27] "La Mano Negra entrenó a guerrilleros y saboteadores y planificó asesinatos políticos." El Comité Ejecutivo de la Mano Negra fue dirigido, más o menos, por Coronel Dragutin Dimitrijević." Referencia: https://en.wikipedia.org/wiki/Black_Hand_(Serbia) "Cuando Dragutin Dimitrijević oyó que el archiduque Francisco Fernando tenía la intención de visitar Sarajevo en junio de 1914, envió a tres miembros del grupo Bosnia Joven ... para asesinarlo. En este momento, Dimitrijević era el Jefe de Inteligencia Militar de Serbia." Referencia: http://en.wikipedia.org/wiki/Dragutin_Dimitrjevic

[28] To End All Wars, páginas 45, 46

[29] To End All Wars, página 46

[30] Lord Mersey se encargó de establecer los hechos que rodearon al hundimiento del Lusitania. Bajo presión, emitió el informe que se esperaba de él, pero se negó a recibir una retribución y pidió que ya no se lo invitara a "administrar la justicia de Su Majestad". Su declaración final sobre el asunto fue.": "El caso Lusitania era un asunto muy sucio" (citado en The Creature from Jekyll Island, página 255).

[31] The Creature from Jekyll Island, páginas 247, 248

[32] Como es citado en The Creature from Jekyll Island, página 249

[33] The Creature from Jekyll Island, página 253

[35] The Creature from Jekyll Island, página 257

[36] Tragedy and Hope, página 251

[37] De la página 242 de The Creature from Jekyll Island: "Los términos básicos del acuerdo fueron que el gobierno de los Estados Unidos se ofrecería para negociar una solución pacífica entre Alemania y los aliados ... Si cualquiera de los lados se negaba a aceptar la propuesta, entonces los Estados Unidos entraría en la guerra como un aliado del otro lado. El truco fue que los términos de la propuesta fueron redactados cuidadosamente para que Alemania no pudiera aceptarlos. Por lo tanto, para el mundo, se vería como si Alemania estuviera en falta y los Estados Unidos fuera un país humanitario."

[38] Recuerde del capítulo 6: "A medida que los pagos de la deuda se incrementaban creando déficits cada vez mayores, y que el gasto anual seguía aumentando sin cesar, se necesitaron préstamos mayores y más frecuentes para cerrar la brecha. Esto aceleró la velocidad en la que crecía la deuda nacional y, en poco tiempo, incluso las naciones poderosas se vieron totalmente dependientes de un flujo constante de nuevos fondos tomados en préstamo para cubrir sus gastos. "La Red está siempre dispuesta a suministrar esos fondos con más dinero de deuda que crean de la nada.

[39] Tomando como referencia la meta establecida por el fundador de la Red, Cecil Rhodes, como se cita en The Anglo-American Establishment, página 33

[40] Como se explica en el capítulo 4, los dos principales mecanismos de financiación son el Sistema de la Reserva Federal y los impuestos federales, las cuales fueron "vendidos" al público con engaños en 1913.

[41] The Anglo-American Establishment, página 49

[43] Tragedy and Hope 101, capítulo 5, Solución #1