Tragedia y la Esperanza 101 - Capítulo 8
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Capítulo 8
Hombres Falsos y Manipuladores
En el capítulo anterior, revisamos una de las formas más fraudulentas en que los líderes pueden manipular al público: implementar una política doble (es decir, la política de simular públicamente que se respeta la voluntad del pueblo, y al mismo tiempo hacer todo lo contrario). No importa cómo se le mire, la política doble constituye una flagrante traición a los principios democráticos y a la confianza depositada por el pueblo. También revela la naturaleza sumamente deshonesta de la clase dominante. Sin embargo, la política doble no es la forma más eficaz ni la más inmoral de manipular al pueblo. Por eso, necesitamos revisar las operaciones de bandera falsa.
Generalmente, el término "bandera falsa" describe un acto mortal o inmoral planeado y llevado a cabo por un grupo, que se hace aparecer como si hubiera sido planeado y llevado a cabo por otro. La Operación Himmler orquestada por Adolf Hitler es un buen ejemplo. Consistió en una serie de operaciones de bandera falsa, diseñadas para hacer creer que Polonia había agredido a Alemania. Una de las formas en que los nazis lo lograron fue tomando prisioneros de los campos de concentración, vistiéndolos con uniformes alemanes, y luego matándolos en la frontera polaca.[1] Estos "alemanes muertos" fueron utilizados posteriormente por Hitler como una justificación para atacar Polonia en 1939.
Si bien la bandera falsa es comúnmente utilizada como pretexto para la guerra, también puede ser utilizada por los líderes como una manera de justificar el silenciamiento de los disidentes, la suspensión de las libertades civiles, y obtener más poder. Una vez más, podemos encontrar un ejemplo en Adolf Hitler. Antes de las elecciones alemanas del 5 de marzo de 1933, el Partido Nazi había hecho todo lo posible para debilitar y trastocar a los partidos políticos de oposición, pero, a pesar de sus mejores esfuerzos, parecía que los nazis tendrían que enfrentar una dura competencia en las urnas. Aquí, Quigley describe cómo resolvieron este problema:
En circunstancias que siguen siendo misteriosas, se elaboró un complot para quemar el edificio del Reichstag y culpar a los comunistas ... Después de que el edificio fue incendiado ... el gobierno detuvo a cuatro comunistas de una vez, incluido el líder del partido en el Reichstag. Al día siguiente del incendio, [Hindenburg, el presidente de Alemania] firmó un decreto suspendiendo todas las libertades civiles y le otorgó el derecho al gobierno para invadir la privacidad personal, incluyendo el derecho de registrar casas particulares o confiscar la propiedad. De una sola vez, todos los miembros comunistas del Reichstag, así como otros miles, fueron detenidos ... La verdadera historia del incendio del Reichstag se mantuvo en secreto no sin problemas. Varias personas que sabían la verdad ... fueron asesinadas en marzo y abril para evitar que circularan la historia verdadera. La mayoría de los nazis que estaban en el complot fueron asesinados por Goering durante la "purga de sangre" del 30 de junio de 1934.[2]
Tanto la Operación Himmler como el complot para quemar el Reichstag nos brindan claros ejemplos de operaciones de bandera falsa, sin embargo, existen otras variantes. Por ejemplo, a veces el acto de agresión y las posteriores bajas son completamente inventados. Si recuerdan del capítulo 6, la Operación Northwoods ofrece este tipo de bandera falsa como una opción posible. La propuesta consistió en un plan elaborado con un avión teledirigido por control remoto y transmisiones falsas de cabina para hacer parecer como si Cuba hubiera derribado un avión civil de los Estados Unidos lleno de estudiantes en vacaciones. (Después de ser difundido ampliamente en los medios de comunicación, este acontecimiento falso podría haber sido utilizado como pretexto para declararle la guerra a Cuba.) Northwoods también propuso otras variantes comunes de bandera falsa como provocar al enemigo y luego permitirles atacar con éxito (conocido como una bandera falsa de "retirada") y también crear un enemigo, como un grupo terrorista, y luego usar los posteriores "ataques terroristas" como pretexto para hacer la guerra.
Aunque la Operación Northwoods fue aprobada por el oficial de más alto rango en las fuerzas armadas de los Estados Unidos (el presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, Lyman Lemnitzer) y aunque llegó hasta el escritorio del presidente Kennedy para alcanzar su aprobación final, algunos insisten en que sólo era una aberración que solo ocurriría una única vez, que no tenía ninguna posibilidad de hacerse efectiva. Quienes afirman esto no han estudiado seriamente las iniciativas dirigidas por la Red. No obstante, vale la pena revisar el argumento principal que ofrecen para defender su posición, el cual es que Lemnitzer supuestamente perdió su trabajo por suscribir el plan. (Sospecho que usted o yo nos enfrentaríamos a algo un poco más grave que perder el empleo si conspirábamos para posibilitar ataques terroristas contra objetivos estadounidenses, pero estoy divagando.)
Es cierto que, después de refrendar Northwoods, no se le renovó a Lemnitzer su mandato como presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, pero no permaneció desempleado durante mucho tiempo. Más bien, pronto fue nombrado comandante supremo aliado de la OTAN, y la OTAN es la organización que, junto con la CIA, creó y dirigió la Operación Gladio. En otras palabras, el nuevo puesto de Lemnitzer le proporcionó el entorno perfecto, fuera de la ley, para orquestar golpes de estado violentos, practicar el terrorismo de bandera falsa, y llevar a cabo asesinatos, todo lo cual le sirvió para impulsar la política oficial de la Red. Él no fue castigado; fue ascendido.
Operación Gladio
"Había que atacar a la población civil, las personas, mujeres, niños, personas inocentes, personas desconocidas muy alejadas del juego político. La razón era muy simple ... obligar a estas personas ... a pedirle al Estado mayor seguridad. Esta es la lógica política que está detrás de todas las matanzas y los bombardeos que permanecen impunes, todo porque el Estado no puede condenarse a sí mismo o declararse responsable de lo sucedido."
—Vincenzo Vinciguerra, terrorista ligado a Gladio[3]
Si la Operación Gladio hubiera sido concebida y dirigida por los nazis, la mayoría de las personas no tendrían dificultad en creerse cada uno de los detalles más escabrosos. ¿Por qué? Porque la mayoría de la gente acepta que los nazis eran criminales psicóticos que participaron en un sinnúmero de violaciones de los derechos humanos y que no tenían ningún respeto por la libertad o la "democracia." Conocer más de sus crímenes no afecta en absoluto la visión del mundo que tiene una persona promedio ... ni mucho menos. Entraría en efecto el sesgo de confirmación[4], y el individuo experimentaría los beneficios psicológicos de ver confirmada su visión del mundo.
¿Pero qué sucede cuando, en lugar de los nazis, es el Gobierno de los Estados Unidos el acusado de un sinnúmero de violaciones de los derechos humanos? ¿Qué pasa cuando el presunto guardián de la libertad y la democracia es acusado de utilizar el terrorismo y el asesinato para burlarlos? Ahora, el sesgo de confirmación comienza a trabajar a la inversa. Las profundas creencias del individuo sobre la moralidad de los Estados Unidos resultan cuestionadas. No hay ninguna recompensa psicológica por siquiera contemplar estas acusaciones, y mucho menos aceptarlas. Al sentir amenazada su visión del mundo, muchos rechazarán de inmediato las acusaciones por considerarlas ridículas. Con rabia, van a defender el buen nombre de América, y cubrirán de odio al acusador y lo condenarán.
La Red lo sabe. Innumerables estudios universitarios (junto con las operaciones secretas como MK Ultra) les han proporcionado a sus expertos una comprensión de la psicología humana, que supera todo lo que podemos llegar a imaginar. Son maestros manipulando la opinión pública bien intencionada para evitar que escudriñen sus crímenes. Pero hay una clave que nos permite entender esta manipulación en particular; su éxito depende casi enteramente en cómo se plantea la acusación. (En este caso, cuanto más generalizada sea la acusación, cuanto mejor será para la Red.)
En otras palabras, realmente es ridículo acusar al gobierno de los Estados Unidos de facilitar los ataques terroristas cuando el 99,9 por ciento de los empleados del gobierno no tenía idea de lo que estaba pasando y no tenía ninguna voz en la cuestión. Es ridículo acusar a "América" de apoyar a dictadores despiadados y buscar destruir la libertad en todo el mundo cuando nunca se le pidió al pueblo estadounidense su opinión sobre esa política en particular.
Aunque se lo mencionó en los anteriores capítulos, antes de continuar, necesitamos aclarar más este punto: el empleado promedio del gobierno, el ciudadano estadounidense promedio, y la nación en su conjunto no tienen nada que ver con operaciones como Gladio. Estas operaciones son creadas y dirigidas por la Red, y la Red está compuesta por criminales, en todo el sentido de la palabra. Estos criminales no respetan a "América" o la forma de gobierno estadounidense. Muy por el contrario, la desprecian. Si se les permitiera, destruirían la Constitución de los Estados Unidos y la Declaración de Derechos, porque los ideales consagrados en estos documentos no son más que una limitación a su poder. No representan ni a los Estados Unidos ni a su gente.[5]
Desafortunadamente, a estas alturas no importa si las personas están de acuerdo con las políticas de la Red o no. Bajo el sistema actual, la opinión pública es hábilmente manipulada o completamente ignorada. Este es el núcleo de nuestro problema, y, a partir de la lectura del libro de Daniel Ganser sobre la Operación Gladio, esto nos lleva a una pregunta inquietante:
Si la democracia es un sistema de reglas y procedimientos que definen los parámetros dentro de los cuales la acción política puede tener lugar, ¿qué sucede cuando junto a este sistema hay otro [sistema] cuyas reglas son misteriosas, sus procedimientos desconocidos, su poder inmenso y, con un muro de secretos, es capaz de protegerse de las instituciones formales de la democracia?[6]
Esa es una pregunta muy fácil de responder. En el sistema oculto reside el poder verdadero. El sistema visible sólo está allí para mantener la ilusión de un gobierno legítimo y para ocultar la mano de quienes lo controlan. Así que ahora vamos a revelar esa mano.
En cooperación con los servicios de inteligencia británicos (MI6), la CIA creó a Gladio, bajo el pretexto de contener la amenaza comunista. (Incluso este pretexto aparentemente válido era un engaño, porque la Red había sido decisiva en la creación y el mantenimiento de la amenaza comunista durante todo este tiempo,[7] con consecuencias aún más letales que el proyecto de empoderamiento-Hitler.) La red de ejércitos secretos de Gladio formó parte de una "guerra poco ortodoxa" bajo el mando de la OTAN. Durante la Guerra Fría, operaron no sólo en los dieciséis países de la OTAN sino también en países neutrales como Suecia, Finlandia, Austria y Suiza. La existencia de estos ejércitos se mantuvo oculta de todos con excepción de un puñado de funcionarios del gobierno dentro de cada país. Ganser escribe:
La CIA y el MI6 equipaba a los ejércitos secretos con ametralladoras, explosivos, municiones y equipo de comunicación de alta tecnología ... Oficiales superiores de la red secreta se entrenaban con las Boinas Verdes de los E.U.A. ... y las fuerzas especiales británicas SAS ... Los ejércitos secretos, tal como las fuentes secundarias disponibles ahora lo sugieren, estaban involucrados en una serie de operaciones terroristas y de violaciones de los derechos humanos que fueron erróneamente atribuidas a los comunistas con el fin de desacreditar a la izquierda en las urnas. Las operaciones siempre buscaban sembrar el miedo entre la población e iban de matanzas con bombas en los trenes y plazas (Italia), el uso de la tortura sistemática de los opositores al régimen (Turquía), el apoyo a la derecha en los golpes de Estado (Grecia y Turquía), a la destrucción de los grupos de oposición (Portugal y España.)[8]
A pesar de que estos ejércitos secretos habían sido creados para proteger las democracias de Europa Occidental de la invasión soviética, en cambio se usaron para interferir con el proceso democrático cada vez que el electorado amenazaba con votar en contra de los deseos de la Red. Esta doble política (so pretexto de proteger la soberanía nacional y la democracia, cuando, al mismo tiempo, trabajaban para socavarla) al parecer fue esbozada en un documento secreto de la OTAN que data de 1949. El documento indicaba que antes de que una nación pudiera unirse a la OTAN, tenía que mantenerse alineada con el "Oeste" independientemente de lo que quisiera el electorado de la nación.[9] Otro documento altamente secreto de la OTAN iba aún más allá. Si los ciudadanos dentro de una nación estaban tan hartos de su liderazgo marioneta de la OTAN que se levantaban en su contra, el ejército de Estados Unidos podría intervenir y sofocar el levantamiento, incluso si eso significaba actuar sin el consentimiento del propio gobierno nacional.[10]
Hay muchas cosas muy inquietantes sobre la Operación Gladio, pero quizás la más preocupante sea que la CIA y la OTAN lograron mantenerla en secreto durante tanto tiempo. A pesar de una larga lista de asesinatos y atrocidades cometidos por los ejércitos, y por regímenes despiadados que los ejércitos apoyaban, tanto la operación como sus arquitectos permanecieron ocultos durante más de cuarenta años. No fue hasta 1990 que se divulgó el primer expediente gubernamental, y no por un deseo de decir la verdad, sino porque ya no se lo podía seguir negando.[11] Si no fuera por los esfuerzos de un juez italiano llamado Felice Casson, Gladio nunca habría salido a la luz.
Revelando a Gladio
En 1984 el juez Felice Casson comenzó a indagar en un crimen sin resolver: un atentado con coche-bomba que tuvo lugar cerca de Peteano, Italia, en 1972. Aunque el ataque mató a tres policías e hirió gravemente a otro, el gobierno italiano nunca logró encontrar y procesar a los terroristas involucrados. Mientras llevaba a cabo su investigación, Casson descubrió una serie de "errores y mentiras" sospechosos, que habían desviado la investigación original. Una de esas invenciones incluía un informe falsificado deliberadamente sobre el tipo de explosivo utilizado en el ataque. Esta evidencia específica no sólo condujo a Casson al hombre que había colocado la bomba, sino también a la razón por la que el terrorista había podido evadir el castigo durante más de una década.
El juez Casson ... descubrió que el informe, que en su momento establecía que el explosivo utilizado en Peteano había sido el utilizado tradicionalmente por las Brigadas Rojas [Comunistas], era falso. Marco Morin, un experto en explosivos de la policía italiana, había proporcionado deliberadamente información falsa. Era miembro de la organización italiana de derecha "Ordine Nuovo" [Nuevo Orden] y, en el contexto de la Guerra Fría, contribuyó en lo que él creía que era una forma legítima de luchar contra la influencia de los comunistas italianos. El juez Casson logró probar que el explosivo utilizado en Peteano, contrariamente a la información brindada por Morin, era C4, el explosivo más potente disponible en el momento, utilizado también por la OTAN...[12]
La investigación de Casson reveló que ... Ordine Nuovo había colaborado muy estrechamente con el servicio secreto militar italiano ... Juntos habían diseñado el terror de Peteano y luego habían culpado falsamente a las Brigadas Rojas [comunistas]. El juez Casson identificó al miembro de Ordine Nuovo, Vincenzo Vinciguerra, como el hombre que había colocado la bomba de Peteano ... Él confesó y declaró que había sido protegido por toda una red de simpatizantes en Italia y en el extranjero que le habían asegurado que, tras el ataque, podría escapar. "Todo un mecanismo entró en acción", recordó Vinciguerra, "[la policía militar italiana] el Ministro del Interior, los servicios de aduanas y los servicios militares y de inteligencia civil aceptaron las razones ideológicas del ataque."[13]
Gracias a la investigación de Casson, y al exitoso enjuiciamiento de Vinciguerra que le siguió, finalmente, el secreto alrededor de Gladio comenzó a desmoronarse. Ataques impunes que habían aterrorizado a los ciudadanos italianos a lo largo de los años 1970 y 1980 fueron examinados ahora bajo una nueva luz. La masacre de Piazza Fontana de 1969, el ataque de 1974 al "Itálicus Express", la bomba de tren de Bolonia de 1980 que mató a ochenta y cinco personas y mutiló a doscientos: todo ello sirvió para alcanzar los objetivos esbozados por Vincent Vinciguerra durante su testimonio jurado en 1984. Tenga en cuenta que Vinciguerra proporcionó su testimonio seis años antes de que el gobierno italiano admitiera que existían ejércitos secretos. En términos inequívocos, describió Gladio, incluyendo su vinculación con los servicios secretos italianos y la OTAN:
Con la matanza de Peteano, y con todos los que siguieron, debe quedar en claro de que existía una estructura muy real, secreta y oculta, con la capacidad para proporcionar una dirección estratégica a las atrocidades ... [que] se encuentra dentro del mismo estado ... En Italia existe una fuerza secreta paralela a las fuerzas armadas, compuesta por civiles y militares, con una vocación antisoviética ... Una organización secreta, una súper-organización con una red de comunicaciones, armas y explosivos, y hombres entrenados para usarlos ... una súper-organización que ... tomó a su cargo la tarea, en nombre de la OTAN, de prevenir un deslizamiento hacia la izquierda en el equilibrio político del país.[14]
En otra declaración Vinciguerra afirmó:
Quienes seguían la línea terrorista eran personas camufladas, personas que pertenecían a los aparatos de seguridad, o que estaban vinculadas al aparato de estado a través de una relación o una colaboración. Yo digo que cada una de las atrocidades que ocurrieron a partir de 1969 encajaba en una sola matriz, organizada ... Avanguardia Nazionale, como Ordine Nuovo ... se estaban movilizando a la batalla como parte de una estrategia anti-comunista originada no en organizaciones separadas de las instituciones de poder, sino desde dentro del propio estado y, en concreto, desde el ámbito de las relaciones del estado con la [la OTAN] Alianza atlántica.[15]
Aunque Vinciguerra no fue el primero en declarar sobre Gladio bajo juramento (el ex jefe de los servicios secretos italianos había confesado, lleno de resentimiento, diez años antes[16]), su testimonio y la ulterior investigación de Casson es lo que finalmente hizo pública la historia. Obligó al primer ministro italiano a retractarse de sus negaciones anteriores y, ante el asombro de los ciudadanos y parlamentarios por igual, admitió públicamente la existencia de Gladio.
Este punto de inflexión reveló la presencia no sólo de los ejércitos secretos de la Red en Italia, sino también de ejércitos secretos en otros diecinueve países. Desde la tortura y el terror en España de Francisco Franco (donde un ex ministro de Defensa admitió que "aquí Gladio era el gobierno"[17]), a los asesinatos y las banderas falsas en Turquía; a los indiscriminados fusilamientos masivos de hombres, mujeres y niños en Bélgica,[18] a la imposición de una dictadura militar en Grecia, la Red violó sin piedad la soberanía de las naciones mientras declaraba defender la libertad, los derechos humanos y la democracia. Para que pueda tener una mejor idea del nivel de hipocresía, considere esta instantánea de lo que ocurrió en Grecia inmediatamente después del "golpe Gladio."
En tan solo unas cinco horas, más de 10.000 personas fueron detenidas por los escuadrones militares gracias a archivos y una planificación detallados, y fueron llevados a "centros de recepción" ... La mayoría de las personas detenida en las primeras horas después del golpe fue trasladada posteriormente a los calabozos de la policía y el ejército. Comunistas, socialistas, artistas, académicos, periodistas, estudiantes, mujeres políticamente activas, sacerdotes, incluyendo sus amigos y familiares, fueron torturados. Se les arrancaron las uñas de los dedos de los pies y de las manos. Les golpearon los pies con palos hasta que se les desprendió la piel y se les rompieron los huesos ... Les empujaron trapos sucios, a menudo empapados en orina, y en ocasiones excrementos por sus gargantas ... "Aquí todos somos demócratas" ... al jefe de la policía secreta en Atenas le gustaba destacar. "Todo el mundo que viene aquí habla. No vas a estropear nuestro récord." El sádico torturador le dejaba en claro a sus víctimas: "Somos el gobierno, no eres nada ... El mundo está dividido en dos partes, los rusos y los americanos. Somos los americanos. Agradece que sólo te hemos torturado un poco. En Rusia, te matarían."[19]
Nota al margen: Ya sería suficientemente grave que la Red limitara su política de emplear terroristas y apuntalar dictadores despiadados a Europa Occidental. Pero eso, por supuesto, sería ridículo. El Sha en Irán, Augusto Pinochet en Chile, la junta militar en Argentina -cada uno de estos regímenes maltrataron a sus ciudadanos torturándolos y asesinándolos; cada uno de estos regímenes fue llevado al poder por la Red. Peor aún, sólo representan algunas de las acciones de "cambio de régimen"[20] que han sido probadas y llevadas a cabo por la Red y sus instrumentos en la historia reciente.
Estos actos de agresión contra la soberanía nacional envían un claro mensaje a todo liderazgo que se atreva a desobedecer: si resisten, las consecuencias para ti y la gente de tu país podrían ser muy graves. Una vez más el golpe de Gladio en Grecia nos ayuda a comprender mejor. En 1964 (antes del golpe), el embajador griego había rechazado las demandas de la Red de dividir a la nación de la isla de Chipre. Enfurecido, el presidente Lyndon Johnson advirtió: "Entonces escúcheme, Señor Embajador, a la mierda con su parlamento y su constitución. América es un elefante. Chipre es una pulga. Grecia es una pulga...Si su primer ministro me habla de democracia, parlamento y constitución, él, su parlamento y su constitución puede que no duren mucho tiempo."[21] En 1967, después de algunos "desacuerdos" adicionales con la Red, la Gladio griega llevó a cabo la amenaza de Johnson.[22]
A pesar de que la Operación Gladio se reveló hace más de veinte años, la mayoría de los funcionarios públicos todavía no están dispuestos a admitir que los ejércitos Gladio facilitaron golpes, llevaron a cabo ataques terroristas o proporcionaron "una dirección estratégica a las atrocidades." Para ser justos, no hay mucho incentivo para que lo hagan. Dado que todavía vivimos en un mundo dominado por la Red, tales declaraciones poco favorecedoras podrían traer una amplia gama de consecuencias -desde una carrera arruinada, a la tortura, a una bala en la cabeza.[23] Sin embargo, eso no quiere decir que todos los funcionarios públicos le hayan dado la espalda a la evidencia y se hayan mantenido en silencio. Una de las acusaciones más abrumadoras provino en 2000 de una investigación italiana:
Un informe del Senado del año 2000, declaró que "Esas masacres, esas bombas, esas acciones militares han sido organizadas o promovidas o apoyadas por hombres dentro de las instituciones del Estado italiano y, como se ha descubierto más recientemente, por hombres vinculados a las estructuras de inteligencia de los Estados Unidos." De acuerdo con The Guardian, "El informe [estableció] que los agentes de inteligencia de los Estados Unidos fueron informados con antelación de varios atentados terroristas de derecha ... pero no hicieron nada para alertar a las autoridades italianas o para prevenir los ataques."[24]
En 1990, el parlamento de la Unión Europea (UE), "en una resolución, condenó fuertemente a la OTAN y a los Estados Unidos por haber manipulado la política europea con los ejércitos estacionados en su territorio."[25] El Parlamento pidió una completa investigación, pero aún no se ha hecho realidad la voluntad política para llevarla a cabo (o tal vez el poder político). Lamentablemente, el Parlamento de la UE no es único con esta falta de voluntad. De los veinte países afectados por Gladio, sólo tres (Italia, Suiza y Bélgica) se han tomado la molestia de llevar a cabo una investigación parlamentaria.
Durante la investigación suiza, el Coronel Herbert Alboth (ex comandante de la P-26, el ejército secreto suizo) envió una carta confidencial a un miembro del departamento de defensa declarando que estaba dispuesto a revelar "toda la verdad." Poco después, Alboth fue encontrado muerto apuñalado con su propia bayoneta militar.[26] La investigación continuó, pero culminó en un informe muy censurado que decía, en parte, que el ejército secreto no tenía "legitimidad política ni jurídica", y que trabajó en estrecha colaboración con el servicio secreto británico el cual le proporcionó "formación en combate, comunicaciones, y sabotaje."[27] Esto quedó muy corto de lo que podría haber salido a la luz si no hubiera sido por la muerte de Alboth y su predecible efecto negativo sobre los testigos y los parlamentarios.
La investigación belga brindó aún menos información. Paralizada desde el principio por la falta de voluntad de los testigos para revelar lo que sabían y agravada por la insistencia del gobierno de que la comisión debía sesionar a puertas cerradas (a diferencia de las investigaciones parlamentarias normales), el acceso del público y la prensa a la información fue insignificante. Al final, la consulta "dio lugar a la preparación de una nueva legislación que rige la misión y los métodos del Servicio de Seguridad del Estado belga y del Servicio de Seguridad e Información General Belga."[28] A falta de una mejor palabra, equivalió a una operación de blanqueo.
Quizás Suiza y Bélgica sean "pulgas." Tal vez la UE y todas las otras naciones afectadas por Gladio sean pulgas. Tal vez estos líderes europeos tengan tanto miedo del "elefante" de la Red que no pueden hacer su trabajo. Ah, pero simplemente no podemos culpar a los líderes europeos por su falta de valor. ¿Cuántos líderes de los Estados Unidos han pedido una investigación sobre Gladio? (¿Alguna vez ha escuchado la palabra "Gladio" en los labios de algún representante de los Estados Unidos?)
Es probable que menos del 1 por ciento de la población de los Estados Unidos ha oído hablar de la Operación Gladio. Un número incluso menor podría explicar su influencia innegablemente antidemocrática e ilegal en la soberanía. Pero dado que la Red es más fuerte en los Estados Unidos, es de esperar su total desconocimiento y la total falta de cobertura de este tema en los medios. Los medios de comunicación, las escuelas públicas, el gobierno: todos estos instrumentos profesan constantemente la santidad de la justicia, la libertad y la democracia. Si los ciudadanos de los Estados Unidos observaran con mayor detalle lo que sus gobernantes van a hacer para mantener su control en el extranjero, puede ser que empiecen a preguntarse sobre lo que van a hacer para mantener el control en su país. Sólo podrían preguntarse: si estos criminales mienten, engañan, roban, torturan, mutilan y asesinan para controlar a las "pulgas", ¿qué van a hacer para mantener el control de su elefante, su instrumento más preciado y más poderoso?
Nota final: Ya en 1991, el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, presentó una solicitud basada en la Ley de Libertad de la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) con respecto al papel de la CIA en la Operación Gladio. En 1995, el Senado italiano presentó una solicitud FOIA relativa a la Operación Gladio y el asesinato del primer ministro Aldo Moro. En 1996, Oliver Rathkolb, de la Universidad de Viena, presentó una solicitud FOIA sobre el papel del Gladio en Austria. En 2001 (y años más adelante), Daniel Ganser presentó solicitudes de la FOIA con respecto al papel de la CIA en Gladio. En cada caso, la CIA ha rechazado las peticiones con la respuesta estándar de que "La CIA no puede ni confirmar ni negar la existencia o no existencia de registros que den respuesta a su solicitud."
En el 2006, el Departamento de Estado trató de desestimar[29] la montaña de pruebas presentada por Ganser en NATO's Secret Armies, cuestionando la autenticidad de un documento muy contundente que presenta en el libro. Ese documento, FM 30-31B, es similar a la Operación Northwoods por su contenido impactante, pero aun peor, porque las operaciones de bandera falsa descritas fueron llevadas a cabo por miembros de los ejércitos secretos. El documento fue revelado por primera vez por un periodista en Turquía diecisiete años antes de la admisión pública de Gladio. (Este periodista fue "desaparecido" antes de que pudiera proporcionar detalles adicionales.) En 1976, tras la caída de la dictadura de Franco / Gladio en España, se publicaron extractos del documento en la prensa española, y en 1978 también se publicaron extractos en Italia.[30] El gobierno de los Estados Unidos respondió con prontitud, con la ayuda de un "desertor de la KGB," quien declaró que el documento era falso. Sin embargo, "el descubrimiento a principios de 1990 de la Operación Gladio en Europa permitió un renovado debate acerca de si el manual fue o no fraudulento."[31] En 1992, el ex subdirector de la CIA, Ray Cline, confirmó: "Este es un documento auténtico", y Licio Gelli (que se cree es un actor importante en la Gladio italiana), declaró sin rodeos: "La CIA me lo dio."[32]
Notas
[1] Tragedy and Hope, página 657 ↩
[2] Tragedy and Hope, páginas 437, 438 ↩
[3] Daniele Ganser, NATO's Secret Armies, página 7 ↩
[4] "El sesgo de confirmación" se refiere a la tendencia de las personas a aceptar la información que apoya lo que ya creen, sobre todo si su creencia está profundamente arraigada y tiene una carga emocional. ↩
[5] No estoy sugiriendo de que estemos exentos de culpa, ya que es nuestro trabajo vigilar y controlar las acciones de nuestro gobierno. Lo que estoy diciendo es que hay que asegurarse de que la culpa por los crímenes de la Red esté exactamente donde debe estar. De lo contrario, la Red puede incitar una respuesta emocional entre el público (apelando al patriotismo) lo que sirva a sus propios intereses. ↩
[6] NATO's Secret Armies, páginas 74, 75 ↩
[7] Desde el rol de IPR en China Comunista a la revolución bolchevique y el surgimiento de la Unión Soviética, la Red "capitalista" les proporcionó asistencia indispensable incluida ayuda financiera y tecnología militar a sus llamados "enemigos" en el Este. El Profesor Antony Sutton fue autor de muchos libros que documentan el papel de la Red en el ascenso del comunismo (http://en.wikipedia.org/wiki/Antony_C._Sutton). Después de décadas de investigación, finalmente llamó a los comunistas "el mejor enemigo que el dinero puede comprar" y tenía razón. Sin la amenaza del comunismo, no habría habido ninguna justificación para la expansión sin precedentes de los gastos militares y la aceptación sin precedentes del intervencionismo extranjero. (Hoy en día, el terrorismo ha reemplazado al comunismo como el nuevo pretexto de la Red.) ↩
[8] NATO's Secret Armies, páginas 1, 2 ↩
[9] NATO's Secret Armies, páginas 29, 99 ↩
[10] NATO's Secret Armies, página 185 ↩
[11] NATO's Secret Armies, página 9 ↩
[12] NATO's Secret Armies, página 3 ↩
[13] NATO's Secret Armies, página 4 ↩
[16] En 1974, otro juez italiano (Giovanni Tamburino) arrestó al jefe de los servicios secretos italianos (Vito Miceli) bajo el cargo de "promover, constituir y organizar ... una asociación secreta de militares y civiles dirigido a [realizar] un cambio ilegal en la constitución del estado y la forma de gobierno." Durante el juicio, Miceli confesó que había organizado el ejército secreto, pero respondió con furia que lo hizo bajo la dirección de los Estados Unidos y de la OTAN. Debido a sus poderosos contactos, Miceli fue liberado bajo fianza y, finalmente, sirvió seis meses en un hospital militar italiano. Referencia: NATO's Secret Armies, página 8 ↩
[17] NATO's Secret Armies, página 19 ↩
[18] Conocida como la "Masacre Brabant," Ganser la describe en NATO's Secret Armies en las páginas 138 a 147 ↩
[19] NATO's Secret Armies, páginas 221 y 222 ↩
[20] Syria 1949, Iran 1953, Guatemala 1954, Tibet 1955--70s, Indonesia 1958, Cuba 1959, Democratic Republic of the Congo 1960--65, Iraq 1960--63, Dominican Republic 1961, South Vietnam 1963, Brazil 1964, Ghana 1966, Chile 1970--73, Argentina 1976, Afghanistan 1979--89, Turkey 1980, Poland 1980--81, Nicaragua 1981--90, Cambodia 1980--95, Angola 1980s, Philippines 1986, Iraq 1992--96, Afghanistan 2001, Venezuela 2002, Iraq 2002--03, Haiti 2004, Gaza Strip 2006--present, Somalia 2006--07, Iran 2005--present, Libya 2011, Syria 2012--present (Ver "Covert US Regime Change Actions" en www.JoePlummer.com/bonus-material) ↩
[21] NATO's Secret Armies, página 219 ↩
[22] NATO's Secret Armies, páginas 220, 221 ↩
[23] En NATO's Secret Armies, Ganser enumera una serie de personas que fueron asesinadas porque amenazaban el programa Gladio. Aquí hay un par de ejemplos: Renzo Rocca, quien participó en el "golpe de Estado silencioso" de Gladio en Italia, estuvo de acuerdo en cooperar con los investigadores, pero fue asesinado el día antes de su testimonio (Referencia: páginas 71 y 72 de NATO's Secret Armies). El Mayor Cem Ersever escribió un libro bajo un nombre falso en el que habla abiertamente de las banderas falsas y de otros delitos que cometió con la "Contraguerrilla" (el ejército Gladio turco). Poco después de su publicación, fue torturado y le dispararon en la parte posterior de la cabeza (páginas 240 y 241 de referencia de NATO's Secret Armies y http://en.wikipedia.org/wiki/Cem_Ersever). ↩
[25] NATO's Secret Armies, página 256 ↩
[26] NATO's Secret Armies, página 256 y http://en.wikipedia.org/wiki/Projekt-26#Assassination_of_Herbert_Alboth ↩
[29] http://en.wikipedia.org/wiki/Westmoreland_Field_Manual (Press release). United States Department of State. 2006-01-20. Consultado el 2007-06-24. "Se ha citado una falsedad soviética de unos treinta años de antigüedad como una de las piezas centrales de la" evidencia" de la falsa idea de que las redes de Europa Occidental 'stay-behind' se involucraron en el terrorismo, supuestamente a instancias de los Estados Unidos. Esto no es cierto, y los que investigan las redes de 'stay behind' tienen que ser más exigentes al evaluar la fiabilidad de sus fuentes." ↩
[30] NATO's Secret Armies, página 297, nota a pie de página 43 ↩
[32] http://en.wikipedia.org/wiki/Westmoreland_Field_Manual and NATO's Secret Armies, páginas 234 y 235 ↩
-- Contribuyentes
-- Introducción - Por G. Edward Griffin
-- Capítulo 1 - Democracia
-- Capítulo 2 - Poder detrás del trono
-- Capítulo 3 - La Red se apodera de América
-- Capítulo 4 - Dinero: El instrumento definitivo
-- Capítulo 5 - El problema - la solución
-- Capítulo 6 - Los Gobernantes se Representan a Sí Mismos
-- Capítulo 7 - Hundir a la Liga - Elevar los fascistas
-- Capítulo 8 - Hombres Falsos y Conspiradores
-- Capítulo 9 - Revisitando la Realpolitik
-- Pensamientos Finales / Lecturas recomendadas